21/1/11

El mundo de los sueños ~

Parte I
Un sueño puede hacerse realidad y la realidad puede ser un sueño.
El sueño es un estado de conciencia que tiene distintas fases.
 Durante el sueño la conciencia propia de la vigilia y la atención quedan en suspenso.
Una de las fases del sueño es la onírica, en la que se registran movimientos oculares rápidos que señalan la actividad visual cuando estamos soñando.
La mayoría de los sueños se relacionan con experiencias vividas durante el día o con expectativas con respecto a situaciones futuras, y no suelen repetirse. Otros, pueden reiterarse muchas veces durante mucho tiempo y éstos son los que tienen un mayor significado reprimido inconsciente.
 El tiempo cronológico en el sueño onírico no coincide con el de la vigilia ya que un sueño muy largo puede tener escasos segundos de duración real; y también el espacio dentro del cual nos movemos durante el sueño es inexistente porque es una creación de la mente.
 Un sueño es producto del pensamiento y mientras lo experimentamos parece real, tan real como la vida misma pero luego, cuando nos despertamos, podemos comprobar que no tiene realidad propia.
  Algunos sueños pueden ser premonitorios y se relacionan con hechos que están ocurriendo o que han ocurrido en otro lugar, principalmente vinculados con personas significativas; o pueden proporcionarnos la solución de un problema que no pudimos resolver estando despiertos.
 Para Jung, el inconsciente es insondable y contiene además de las experiencias reprimidas de la infancia el inconsciente colectivo.
 El inconsciente colectivo de Jung contiene toda la historia de la humanidad incluyendo lo que está ocurriendo en el presente en todas partes y hasta pueden incluir eventos futuros, teniendo en cuenta que el tiempo es relativo. O sea, que según esta teoría, el inconsciente puede registrar todos los acontecimientos que se producen y que además pueden recordarse durante un sueño.
 Algunas personas han llegado a soñar con personas fallecidas que les proporcionaron una información que necesitaban, como el código de la cerradura de una caja de seguridad, el nombre de una persona, la dirección, etc.  Este hecho se relaciona con otro fenómeno que se puede lograr en estado de concentración mental cuando necesitamos saber algo que no recordamos.