18/10/11

... y la música de las cosas

Vicente y yo; Vicente tocaba el piano, como su abuela, pero el no lo sabía, no conoció a su abuela hasta los 16. Cuando yo era chica tocaba el teclado pero era aficionada, no tomaba clases, y mi abuela no tocaba el piano. Vicente no recordaba a su padre, lo perdió de chico, pero era músico, y tocaba el violín como los mismísimos dioses. Mi papá en este momento me esta pidiendo café con leche (demandante de atención, siempre), le gusta la música pero ya se retiró, tocba el bajo y la guitarra muy bien. Vicente estaba acostumbrado a la idea de dedicarse a la música, pero llego a plantearse si definitivamente era lo suyo, esta ya no llenaba ese vacío en su interior. Yo dejé la música cuando era chica, y lo cambié por la danza, estaba acostumbrada a la idea de bailar para vivir, y llegue a replantearme si era lo mío, porque ya no me llenaba, dejo de servirme como apoyo emocional.
 Vicente y yo no tenemos nada en común en realidad, pero, retomando el título, Vicente logró descubrir ''la música de las cosas''. Cuando yo era chica, me sentaba delante del teclado y tocaba, nose que exactamente porque no sabía hacer casi nada, pero tenía ''oído'' para esas cosas. Si me sentía mal, me enfocaba en 'la izquierda' como le decía a los graves, si me sentía bien tocaba 'la derecha' que eran los agudos. En realidad nose porque estoy diciendo todas estas cosas, no tengo un fin muy interesante, solo que, era lindo percibir la música de las cosas, todo tiene música, toda música puede bailarse, y es una manera de llenarte cuando te sentís vacío.