El amor verdadero es armonioso, cuando impulsa a aceptar y a perdonar; y el fracaso en el amor es la oportunidad de aprender qué es el amor.
El único que no puede amar es el que tampoco se quiere a si mismo, porque es fundamental haber aceptado la propia identidad, o sea, haber desarrollado un sentimiento de mismidad personal y estar conforme con uno mismo.
-¡Te amo!
-¡Yo también!
-¿También me amas?
-No!, también me amo. (?)